Te contamos de los tres nuevos jóvenes investigadores, quienes se sumaron a equipos de la Universidad de los Andes y la Universidad de Santiago, y que traen nuevas ideas al campo de la investigación en óptica.
En Chile, la carrera de un profesional de la ciencia tiene varios pasos antes de llegar a liderar grupos de trabajo que, además de generar investigación, formen a nuevas generaciones de científicos. Antes de eso, existe una etapa clave: la investigación posdoctoral. Este período de exploración, adaptación y colaboración permite intercambiar experiencias y crear comunidad a partir del trabajo conjunto.
Aquí te presentamos a tres jóvenes investigadores que, si bien ya cuentan con una trayectoria, hoy inician una etapa en la que afianzan sus primeras armas hacia un objetivo mayor: contribuir al desarrollo de la ciencia en Chile y el mundo.
El camino a entender la óptica fundamental
Kei Sawada llegó a Chile desde Brasil con una formación marcada por la física cuántica y la experimentación en óptica. Su trayectoria comenzó en la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde realizó su licenciatura y más tarde su magíster, moviéndose con naturalidad entre la física teórica y la experimental.
“Trabajé un rato en física atómica. Pero me enteré de que mi verdadera pasión es la información cuántica experimental, así que volví a ella para el doctorado, cuando me sumé a MIRO”, asegura.
Ahí fue cuando se trasladó a Chile, para realizar su doctorado, en el que se enfocó en experimentos de comunicaciones cuánticas en fibras ópticas. Hoy, ya como investigador posdoctoral en la Universidad de los Andes, continúa esa línea, pero con una nueva mirada: la comunicación cuántica inalámbrica, un complemento indispensable para construir redes cuánticas híbridas que permitan aplicaciones en seguridad de datos, computación cuántica distribuida e incluso sensores avanzados.
Actualmente, asegura que disfruta el trabajo en laboratorio y el desafío de observar cómo conceptos abstractos se vuelven reales frente a sus ojos. Su máximo referente en la ciencia habla de esa curiosidad ilimitada: admira a Isaac Newton no solo por su trabajo, sino por su impulso de explorar toda área del conocimiento.
Su sueño científico es claro: que las técnicas experimentales que contribuye a desarrollar permitan expandir tanto las tecnologías cuánticas como la ciencia básica. “Quiero que lo que generemos haga posibles nuevos experimentos puramente científicos y así avanzar en nuestro entendimiento de la física fundamental”, comenta.
La ciencia como un acto de conciencia
El recorrido académico de Alberto Navarrete no fue tradicional. Formado inicialmente como laboratorista químico, su primer encuentro profundo con la ciencia ocurrió durante una práctica en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile. Allí descubrió motivación, aptitudes y un camino que no estaba en sus planes iniciales: estudiar física.
Fue entonces que decidió ingresar a Ingeniería Física en la Universidad de Santiago, con poca base y mucho esfuerzo. La formación la construyó paso a paso, mientras combinaba estudios y trabajo. Esa experiencia lo llevó a valorar la ciencia no solo como conocimiento, sino como un ejercicio de comunicación y humanidad. “La ciencia es ante todo un acto de conciencia”, reflexiona. 
Con el tiempo, su ruta lo llevó al profesor Daniel Serafini, con quien hizo su tesis de Ingeniería Física. Más tarde, la profesora Estella Ordoñez lo animó a postular al Doctorado en Ciencia de Materiales en la USACH, donde se integró al equipo del profesor e investigador MIRO Dinesh Pratap Singh. Allí profundizó en el estudio de MOFs basados en cobalto, con aplicaciones en supercapacitores y dispositivos optoelectrónicos.
Hoy, como investigador posdoctoral del mismo profesor Singh, se enfoca en las aplicaciones ópticas de los cristales metal orgánicos, o metal-organic frameworks (MOFs). Su objetivo es comprender y diseñar materiales que permitan optimizar propiedades como la fluorescencia, la conductividad o la organización molecular.
Su forma de pensar combina experimentación, creatividad y una visión integradora. Sus referentes van desde pioneros en MOFs, como Omar Yaghi, hasta figuras de la termodinámica fuera del equilibrio, como Ilya Prigogine, y científicos chilenos como Mario Markus. También reconoce la influencia de investigadoras del Departamento de Física de la USACH, como Loreto Troncoso y Carola Martínez, a quienes destaca la obtención de resultados de calidad en condiciones mínimas.
Entre sus sueños científicos destaca desarrollar un MOF con alta conductividad para aplicaciones energéticas, aportar a reglas generales de diseño estructural y, en algún momento, colaborar con los equipos de óptica cuántica para probar experimentalmente nuevas teorías. “Poder seguir aprendiendo cada día ya es un sueño en sí mismo”, afirma.
El cruce disciplinario de Samir Das
Samir Das llegó al Departamento de Física de la USACH desde India, con una sólida trayectoria marcada por la física teórica y los sistemas cuánticos. Obtuvo su licenciatura y máster en la Universidad de Calcuta y, en 2023, completó su doctorado en la Universidad de Hyderabad, investigando gases cuánticos ultrafríos, dispersión de partículas y estructuras de vórtices en condensados de Bose-Einstein.
Posteriormente trabajó en el Instituto Indio de Tecnología de Kanpur, donde se movió hacia la termodinámica cuántica, estudiando fluctuaciones y control óptimo en sistemas conducidos. Su investigación conecta fenómenos atómicos con tecnologías cuánticas emergentes, como dispositivos impulsados por Resonancia Magnética Nuclear o centros centros de vacantes de nitrógeno en el diamante.
Hoy es investigador posdoctoral en MIRO; trabaja con el profesor Felipe Herrera en la interfaz entre la óptica cuántica y la física química. Su foco actual se centra en cómo interactúan las moléculas con la luz infrarroja cuando se encuentran en nanorresonadores —una línea clave de la nanofotónica molecular. Estudia cómo la energía vibratoria influye en la coherencia y absorción de las moléculas, con aplicaciones en espectroscopía, control molecular y potencialmente en tecnologías cuánticas de próxima generación.
